Fundación Cerezales Antonio y Cinia.
Quería recomendar de una manera especial la visita a esta exposición que se puede ver hasta finales de Febrero.
¿En Cerezales del condado?
¿Una fundación que organiza exposiciones dignas de un museo “de los gordos”?
¿Iniciativa privada?
Y no sólo exposiciones, sino también actividades, talleres y trabajos tan interesantes como Herbarium, del cual hicimos un pequeño simulacro en Corullón con nuestra amiga Lorena. El objetivo de la fundación es desarrollar el territorio y transferir conocimiento a la sociedad a través del arte, la cultura, la etnobotánica, etc.
Tirando de un hilo que nos encontramos por ahí, nos enteramos que un empresario mexicano que revolucionó y fue director de la conocida casa cervecera Corona, tiene sus orígenes en este rincón leonés; me pareció un buen ejemplo que los indianos de hoy dediquen su dinero a promover la cultura, además de plantar palmeras en las puertas de sus casas ibéricas. También crearon una empresa que forma y da trabajo a personas con capacidades diferentes, Soltra. En México la filantropía es algo bastante habitual, pero de esta cuestión me gustaría hacer una crítica… ya sabéis… un día de estos.
Es una excursión muy recomendable, por la exposición en sí, por la fundación, que aprovecha lo que parecen ser las antiguas escuelas, renovadas en un edificio muy bien apañado museísticamente, y por supuesto por el pueblo y la zona. En el viaje que hicimos ayer, vimos un pueblo bien arreglado, con apenas desastres arquitectónicos, manteniendo casas tradicionales, con portalones de madera increíbles, no recuerdo ninguno de chapa, que nos hablan de un pasado ganadero importante; apenas pudimos ver los increíbles praos y las numerosas vacas por culpa de la niebla, ni siquiera los aledaños de la fundación, con algunas esculturas diseminadas; hay que volver, sobre todo porque se intuía la montaña, en el fondo, se sentía detrás de la niebla, esta zona es una de las entradas a los imponentes Picos de Europa.
Con Thoreau como faro, desde su cabaña de Walden y sus magníficos , y enrevesados, escritos sobre la importancia de desvincularse del torbellino en el que se convierte a veces la sociedad, Eduardo Outeiro nos presenta un recorrido por once creadores y sus rincones elegidos para poder pensar y reflexionar libremente, de alguna manera volver a un primitivismo libre de influencias. Hablando de primitivismo, también os recomiendo la exposición de el grupo “El Paso” en la galería Ármaga de León (hasta el día 17 de Enero).
Pequeños espacios, magníficamente representados en planos, maquetas y fotografías, que nos trasladan a esa necesidad de tranquilidad y soledad, sosiego que la propia fundación y su entorno nos brindan.
Este es mi mundo de trabajo – visto con los ojos contemplativos del huésped y veraneante. Yo, propiamente, jamás contemplo el paisaje. Siento cómo se va transformando a cada hora, de día y de noche, en el gran ir y venir de las estaciones. La gravedad de las montañas y la dureza de su roca primitiva, el lento crecer de los abetos, la suntuosidad luminosa y sencilla de las praderas florecientes, el murmullo del arroyo en la vasta noche otoñal, la austera simplicidad de los llanos profundamente cubiertos de nieve, todo esto se insinúa, se agolpa y vibra a través de la experiencia allí arriba.
Y ello, una vez más, no en instantes intencionados de inmersión hedonista y empatía artificial, sino sólo cuando la propia existencia se encuentra en su trabajo. Sólo el trabajo abre el espacio para esta efectiva realidad de la montaña. La andadura del trabajo permanece hundida en el acontecer del paisaje.
Martin Heideger, Paisaje creador: ¿por qué permanecemos en la provincia?
genialidad de George Bernard Shaw, la cabaña que gira buscando el tenue sol ingles.
