Según el Valhalla, Eldrimner era el nombre de la olla en la que se guisaba un suculento cerdo siempre listo para saciar el apetito de los guerreros muertos en batalla. Hoy en día, esta olla da nombre al Centro Nacional de Recursos para la Producción Artesanal de Alimentos. Localizado en Jamtland, una región del noroeste de Suecia con una larga tradición forestal y ganadera, Eldrimner es una iniciativa única en Escandinavia y para encontrar algo parecido en Europa tendríamos que irnos a Francia, concretamente a la región de los Cevennes, donde se ubica L’Atelier Agroalimentaire de Frolac, con el que mantienen una estrecha relación según nos explica Christina Hedin, una de las trabajadoras del centro.
Eldrimner nace en 1995 con el objetivo de recuperar tradiciones perdidas, particularmente la quesera, y convertir la elaboración artesanal de alimentos en una de las señas y motores de la economía regional, estimulando la creación de empresas en este sector.
Ocupando el centro del patio alrededor del cual se disponen las instalaciones, un mástil resume perfectamente la oferta formativa del centro. Aquí se aprende a hacer queso, pan, embutidos, ahumados y además, todo tipo de elaboraciones que tienen como base las frutas, bayas y hongos que, como pude comprobar en el paseo del día anterior, abundan en los bosques y turberas que junto con los lagos conforman el paisaje de esta región. Cursos sobre creación de empresas, comercialización y distribución del producto final completan una formación de carácter integral que apuesta por la elaboración artesanal de alimentos como medio de vida.
Estamos en la tercera semana de agosto y en sus instalaciones se respira una tranquilidad que tiene los días contados. En apenas una semana en estas aulas vacías se sentarán ganaderos y agricultores, chefs, profesionales de otros sectores motivados por puro interés y personas que ven a Eldrimner como el primer paso para cambiar de vida y dedicarse a lo que realmente les apasiona. Los jóvenes también tienen su hueco aquí. Aquellos que quieren labrarse un futuro como maestros artesanos tienen la posibilidad de realizar un curso de un año de duración que les permite familiarizarse con la teoría y práctica de diferentes técnicas que tendrán oportunidad de aplicar y perfeccionar pasando casi la mitad de este tiempo haciendo prácticas en diferentes empresas artesanales de la región.
En uno de los laboratorios, tres compañeros de Christine están inmersos en los preparativos de una gira en la que visitarán todas las regiones de Suecia con el objetivo de dar a conocer las actividades del centro y demostrar, utilizando las materias primas de cada territorio, el potencial de la producción artesanal para hacer frente a los retos a los que se enfrentan las zonas rurales periféricas de la Unión Europea. Esta es una de las actividades y noticias que aparecen publicadas en Mathantverk, una revista en papel con un diseño muy cuidado que el propio centro publica trimestralmente.
Antes de poner punto final a la visita en la quesería, Christina nos enseña el último artilugio que han adquirido, una máquina para elaborar “messmor”, una especie de mantequilla muy popular en Suecia que está hecha exclusivamente a partir de suero sometido a una larga y lenta cocción.
Salgo al exterior donde un cielo encapotado y una ligera brisa parecen estar anunciando el final de un verano inusualmente cálido en estas latitudes, y se me ocurre que sería un lujo establecer algún tipo de colaboración y, quién sabe si aprovechando el impulso de esta nueva etapa de la Granja Cando, encontrar la manera de que pasen por aquí a contárnoslo. Igual me está afectando la latitud. O igual no.
Agradecimientos: Christina Hedin (Eldrimner), Ida Olofsson y Anna Beck-Fris, (Torsta AB) que facilitaron esta visita.
Enlaces de interés:
Eldrimner.
L’Atelier Agroalimentaire de Frolac (Cevennes, Francia)
Un reportaje del colaborador de Granja Cando: Posidio.
