Así es, los páridos han merodeado por las viñas, han visitado las cajas nido y parece que les ha gustado su nuevo hogar.
Eso hemos podido comprobar tras un soleado fin de semana revisando y limpiando todas las cajas nido instaladas el año pasado en distintas viñas de Corullón.
Han sido dos mañanas de sorpresas puesto que de las 24 cajas dispuestas para dar cobijo a aves insectívoras como carboneros o herrerillos tan solo dos no han presentado signos de actividad en su interior.
Todas las demás han sido utilizadas en mayor o menor medida por nuestros amigos, que han visto en ellas un buen lugar para guarecerse de la lluvia y los vientos que azotan las ramas de las encinas, cerezos, castaños o almendros que sirven de cimientos para el nuevo asentamiento.
Pero antes, en la pasada primavera, estas cajas han visto como su interior se llenaba de musgo y otros materiales empleados habitualmente por estas aves como pelos y plumas de otras especies, hierbas y lana que encuentran en los campos, para conformar en unos 7-10 días confortables y mullidos lechos donde depositar los huevos que darán lugar a la siguiente generación.
Los carboneros y herrerillos son aves trogloditas, es decir, aprovechan oquedades para guarecerse y crear los nidos donde las hembras depositan un huevo al día y comienzan a incubar cuando están a punto de finalizar la puesta, con una media de unos 7 huevos por nido.
Pasados unos 13 días, estos diminutos huevos blanquecinos y con pequeñas manchas agranatadas son picoteados desde su interior por los polluelos que pocas semanas después ya están listos para revolotear y alimentarse entre las viñas.
Al menos 10 de nuestras cajas presentaron claros signos de nidificación, dos de ellas aún con huevos no eclosionados de su última puesta.
En una de las cajas hemos encontrado además un joven carbonero muerto y este hecho confirma su ocupación por páridos, no obstante, no hemos querido aventurarnos a confirmar que especies han sido las ocupantes de cada casa, puesto que sus nidos son muy similares y recientes estudios indican que tanto carboneros como herrerillos parasitan los nidos entre sí, con lo que es posible encontrar huevos de ambas especies en las mismas.[1]
Salvo pequeños desajustes en las gomas de las tapas y signos no demasiado importantes de desgaste en la superficie de la madera debido a las inclemencias del tiempo, las cajas nido se mantienen en buen estado tras las tareas de vaciado, limpieza y mantenimiento y ya cuelgan ansiosas de recibir los nuevos ocupantes para la primavera que está a punto de comenzar.
Debemos apuntar que este año no hemos podido llevar un seguimiento exhaustivo de las nidadas durante la primavera pero viendo el éxito de ocupación, este año esperamos contar con todos vosotros para subir de nuevo a las viñas y disfrutar y aprender observando estas pequeñas aves tan beneficiosas para los cultivos.
¡Estad pendientes de las novedades en la Granja Cando, estaremos encantados de contar con vuestra colaboración!
Rosa González Díaz
[1] http://www.agenciasinc.es/Noticias/Herrerillos-y-carboneros-se-enganan-mutuamente-para-que-una-sola-hembra-crie-los-pollos