Aprovechando la edición en Castellano del resumen del Congreso de Agricultura 2015 en el Goetheanum, retomo algunas consideraciones que había empezado a escribir tras asistir en Dornach a este evento que pretende ser el foro de intercambio entre las personas dedicadas a la agricultura, ganadería, técnicas… biodinámicas o interesadas en esta «forma de hacer» y que se desplazan a Suiza desde todo el mundo.
Y digo «participar» ya que es un congreso en el que se pretende que las personas que participan estén involucradas en la manera que cada cual vea oportuno, con mucha libertad y con mucha motivación. El año pasado volví tan animado que preparamos aquel pequeño encuentro apícola que tan buena aceptación tuvo. Ademas de los grandes temas y conferencias, siempre hay pequeñas intervenciones con temas interesantísimos, grupos de trabajo de lo más variado, talleres de pintura, escultura, euritmia, almuerzos compartidos, conversaciones de pasillo y muchos encuentros. Como ya dijera antes de ir hacia Suiza, para esta conferencia iba especialmente preparado y con ganas de que me sirviese mas directa y profundamente que las otras tres veces que he asistido; y así fue. Pero esta vez no me he visto con fuerzas de hacer un pequeño congreso en el Cando, ya que he sentido que este es un camino muy personal, o mas bien muy particular de cada granja o «estructura» agrícola y social.
Ueli Hurter, director de la sección de agricultura junto a Jean-Michel Florin y Thomas Lüthi, nos dio la bienvenida, encauzó y, de alguna manera, puso las bases de todo el congreso con algunas reflexiones, y sobre la visión que algunos sectores de la sociedad tiene sobre la ganadería. La contribución hecha por las granjas de animales en muchos aspectos es irremplazable. Argumentaba que como personas dedicadas a la ganadería, en algunos momentos nos encontramos ante la acusación de que criar animales es indigno, injusto, es una manera abusiva de colaborar con ellos. Las personas dedicadas a la ganadería nos encontramos ahora en una situación en la que perdemos la confianza en nuestro propio oficio, nos sentimos frente al «ataque» de los medios y corrientes de pensamiento. ¿Que podríamos hacer para recuperar la confianza? Esto representa la inseguridad natural que da el pensamiento de justicia sobre los animales domésticos. ¿Podemos llegar a tener una empatía real con los animales? ¿Quien ofrece mayor «bienestar» a los animales? ¿debemos entrar en una especie de competición sobre lo mas correcto? ¿Que ha representado la domesticación del animal? ¿Podemos mantenernos insensibles a los medios, y a la evolución del pensamiento, la moral o las propias necesidades de la sociedad?
Nos explicó como estaba esquematizado el congreso; en tres días, mas el de presentación; en los cuales nos dedicaríamos a profundizar en los diferentes aspectos que sugería el titulo del congreso: «¿Cómo podemos acompañar a los animales con dignidad en el futuro?», y el trabajo que se ha ido realizando durante el año, ya que este, viene precedido por trabajo personal y compartido durante todo el año desde el congreso anterior. Cada día iba a estar centrado en una «actitud», así el primer día lo dedicaríamos a todo lo que nos pueda sugerir el «Sentir», la relación ética que tenemos con los animales, por ejemplo entender y conocer la evolución del hombre en relación con el animal. El segundo día nos dedicaríamos a «Pensar»… ¿cómo entendemos la propia naturaleza del animal? ¿Es el gesto de la domesticación, esclavitud; o somos criadores, enseñamos? Para terminar nos dedicaríamos a “Hacer” ¿cómo podremos integrar a los animales en la granja?
En los años que he estado asistiendo, la evolución de este en su organización y dinamismo ha sido remarcable; esta vez las actividades continuaron con una especie de mesa redonda, en la que Florin entrevistaba a estudiantes, de las que salieron también, muy buenas reflexiones:
- ¿Hemos perdido la ética y la moral en nuestra manera de alimentarnos?
- ¿Es lo mismo la comprensión de los animales que el bienestar animal?
- ¿Es necesario completar los procesos en las granjas, vida y muerte?
- ¿Es mejor no vender animales vivos, no vender mercancía viva?
- ¿Qué es la dignidad con respecto a los animales?
En la naturaleza y en las granjas también, los animales crean hábitats. Cada especie necesita y apoya a su propio hábitat.
- ¿Cómo puede esa mutua dependencia en espacios vivos llegar a tal punto en el que las propias granjas se conviertan en “biotopos culturales” para los animales?
- Y mas en concreto: ¿Cómo conseguimos el cuidado necesario de 24 horas, 365 días al año
- ¿Cómo evaluamos el cuidado del ganado?
- ¿Es recomendable tener granjas especificas, con una sola especie?
Hasta aquí la primera parte de este resumen. ¿Demasiadas preguntas? Quizás sí, el congreso dio para mucho, espero poder desgranarlo, mientras tanto dejo algunos enlaces para vuestro entretenimiento, y poco a poco voy escribiendo la próxima entrega.
Verano 2015, Titín.
Prensa escrita
Star & Furrow revista (también online) de la asociación inglesa de Biodinámica del Reino Unido.
Formación
Ruskin mill es una fundación en Reino Unido con iniciativas pedagógicas alrededor de la Biodinámica.
Dottenfelderhof granja Biodinámica «arquetípica», en ella viven unas 100 personas ademas de los estudiantes, es instituto de estudios de formación profesional, granja escuela, centro de investigación y difusión de ABD… producen lácteos, cereales, frutas y verduras, flores… en Alemania.
MABD formación profesional cualificada en agricultura Biodinámica en Francia.
Documentales
Good Things Await documental Danes, imprescindible.
«Les saisons de Marie-Thérèse Chappaz», documental de una viticultora Suiza, se puede ver en filmin, perdón por la publicidad.